Un Chivo Kilometrico:
Un estudiante de la República de Kazajstán pensó que si le tenían que pillar, que le pillaran a lo grande. Por es, este ingenuo se presentó a su examen con una chuleta de 10 metros y medio de largo. Claro, eso no cabe en una manga o una zapatilla, ¡se la tuvo que enrollar en todo su cuerpo!
Nadie entiende cómo pretendía acceder a los apuntes de zonas tan complicadas de mirarse,como el trasero o la espalda, pero su aspecto durante el examen era el de un ataque de pulgas, porque no paraba de moverse y levantarse la ropa de todo su cuerpo.
Como era de esperar, le pillaron con las manos en la masa.
De todas formas, este chico se merece un aplauso por ser tonto perdido: ¿no era más fácil invertir todo lo que tardó haciendo la chuleta en estudiar? Hay cosas que nunca entenderemos.
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